A finales del siglo XIX irrumpió en América Latina una suerte de impulso creador de Teatros, Salas para Operas, Conciertos, grandes edificios conmemorativos, plazas públicas; por lo que muchos gobernantes latinoamericanos, tal es el caso de Guzmán Blanco, fueron cautivados por los historicismos arquitectónicos urbanos europeos muy especialmente los de Francia, Italia, hasta el punto de introducir un léxico y una gramática en nuestro lenguaje urbano y cotidiano.
Se precisan que los años del Decreto de Proyección y la construcción del Teatro Juares son los mismos años del Teatro Colón de Buenos Aires, del Carnegie Hall de New York, de la Torre Eiffel de París, el Teatro Nacional y el Municipal de Caracas, así como exposiciones y Ferias Internacionales de París, Londres y New York.
Por lo que se decide la construcción de este Teatro en el novecientos, de una edificación neoclásica en una ciudad que no supera los 40.000 habitantes representaba un gran acontecimiento cuya escala social sincronizaba con los efectos monumentales existentes en otras ciudades latinoamericanas.
En 1891 el Dr Andueza Palacios durante su período como Presidente de la República decreta la construcción de un teatro para Barquisimeto. Con el Gobernante General Aquilino Juares se inician los trabajos para la construcción de un monumento dedicado a la cultura, con dimensiones y bellezas a la altura de los europeos. En ese entonces fue llamado Teatro Municipal, nombre que mantuvo hasta el año 1912 cuando el Consejo Municipal le asigna el nombre de Juares, en homenaje a uno de los ciudadanos mas cultos de su época.
En el año 1947 se decreta su refacción total, desapareciendo la antigua fisonomía para darle paso a una edificación innovadora la cual aún mantiene en su interior.
El pasado 27 de abril de 2009 y luego de casi diez años sin funcionar (período de remodelación), el Teatro Juares dio re-apertura a sus puertas y desde entonces recobró vida y alma. Sus espacios vacíos se transformaron en una totalidad. Notas musicales, ritmos, matices, voces y diálogos comenzaron a colmar paulatinamente cada rincón del recinto. Hoy en día, tras años llenos de éxitos, la Fundación Teatro Juares celebra por todo lo alto un período rotundamente satisfactorio, tanto para la organización como para la colectividad, que desde hace mucho tiempo añoraba el renacimiento del fraternal Teatro Juares.
La reapertura del templo cultural le permitió a los barquisimetanos rescatar el hábito cultural, y a su vez, un cálido reencuentro con las tradiciones, costumbres, e idiosincrasia que caracterizan al larense y por supuesto al venezolano.
La masiva participación de cultores de todos los municipios del estado Lara, demuestra que el Teatro Juares tiene las puertas abiertas en todo momento, como el máximo representante de las expresiones culturales, poéticas, artísticas y dramáticas de la ciudad.
|